ASI VIVIMOS LA CULTURA DE LA LEGALIDAD EN EL COLEGIO NUESTRA SEÑORA DE FATIMA

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Doc. Mg. Aurora C. Maldonado G.

miércoles, 19 de mayo de 2010

DERECHOS HUMANOS: CONDICION NATURAL DEL HOMBRE

Para comenzar el trabajo, nos parece importante hacer una breve reseña acerca de que son los derechos humanos. Y podría decir que son aquellas exigencias que brotan de la propia condición natural del hombre.

Cuando hablamos de la palabra derecho, hacemos hincapié en un poder o facultad de actuar, un permiso para obrar en un determinado sentido o para exigir una
conducta de otro sujeto. Son llamados humanos porque son del hombre, de la persona humana, de cada uno de nosotros.

El hombre es el único destinatario de estos derechos. Por ende, reclaman reconocimiento, respeto, tutela y promoción de parte de todos, y especialmente de la autoridad. Abordar el tema de los derechos humanos de manera muy específica es una exigencia y una necesidad. No debemos quedarnos en un simple significado o una oración que todos conocemos pero que no aplicamos.

Debemos actuar en defensa y promoción de los derechos humanos, pero no cuando estos son violados. Debemos promocionar los derechos humanos con distintos espacios pedagógicos, actividades sociales, entre otros; y esto se logra más que todo en la casa y el colegio. Estos dos lugares son los pilares para desarrollar una gran persona.

La promoción de los derechos humanos es una manera de vivir no una manera de resolver conflictos. No debemos esperar la violación de los derechos humanos para actuar. La misma sociedad y ética nos llama para promover los derechos humanos. En efecto, el desarrollo del individuo y el progreso de una sociedad descansan sobre la ética, que es el principio de respeto a la dignidad de cada persona y la elevación de su calidad como tal.

La escuela más que cualquier institución, considerando aparte el caso de la familia, que es evidentemente el primer lugar de la educación, es un lugar privilegiado para cumplir con esta tarea. La escuela no debe considerarse como lugar donde los valores son aplicados como reglas o normas de conductas que se deben seguir; la escuela debe ser un lugar donde educar y enseñar la práctica de los valores. El maestro es una persona que ha aceptado la altísima responsabilidad de poner en práctica y enseñar a sus alumnos el verdadero significado de los valores.

No basta entonces con enseñar teóricamente los valores que sostienen los derechos humanos, sino que es obligación para la escuela y el maestro concretamente, adiestrar al alumno para que respete los valores y los derechos. Esto implica una formación disciplinada. No basta con una que otra conferencia que solo ilustra el caso de la violación de los derechos, sino es preciso crear las condiciones en las que se podrá aprenderse a respetar y valorar verdaderamente los derechos humanos.

Otra forma de promoción de los derechos humanos es el aprendizaje a la democracia. Desde la escuela y la familia, las personas aprenden a comportarse democráticamente. Aunque en sus primeros años fuera un ser egoísta, que es su forma de defenderse y de existir frente a su confuso alrededor. Ya sería un vicio, si esta actitud supera una edad en la que ya se tiene la capacidad de pensar y actuar de forma seria y como una persona.

La promoción de los derechos humanos en la escuela implica el desarrollo de un sistema democrático de enseñanza y de administración. La participación en la toma de decisiones en procesos como elecciones, o simplemente eventos en los que los estudiantes pueden expresar su opinión de apoyo o desacuerdo al hecho que se esté tratando.

La democracia es el sistema político que se ha demostrado ser el más apto para hacer respetar los derechos humanos en nuestra cultura occidental. La democracia no surge de un decreto, del director de la escuela o del presidente de la república. La democracia es un proceso que nace del pueblo y se desarrolla gracias a su dinamismo. Los derechos humanos no nos son otorgados por la autoridad del estado o por nuestros padres, sino que los derechos humanos son conquistados por el pueblo.

La democracia es un sistema social más que político. En ella deben combinarse el grado de libertad de cada uno con el interés general. He aquí donde se aprende a respetar a respetar al otro. El maestro respeta al alumno, el alumno al maestro y los compañeros entre sí. El respeto no es solo la cortesía o la urbanidad, confusión demasiado común. Además del respeto mutuo que es el reconocimiento practico de la libertad del otro, existe el interés general.

Tampoco nos hemos educado a conocer, apreciar, hacer patente y desarrollar el interés general. Observemos, por ejemplo, la destrucción del ambiente, también llamado ecocidio; para percatarnos de que el interés general no es siquiera conocido, menos valorado por nuestros ciudadanos. La educación a la democracia es ante todo este juego del binomio interés general y libertad personal. Ni el uno ni el otro pueden ser menos, sino que ambos ocupan un lugar igual en la jerarquía de valores que defienden la escuela y el país.

El presente ensayo, también está destinado a poner a reflexionar sobre que estamos haciendo con los derechos humanos mientras que hay transgresiones y violaciones, y peor aún, la clase gobernante es la que más los vulnera, emitiendo más y mas normas sin respeto alguno, normas que ni ellos cumplen.

Toda la sociedad civil y gobernante debemos trabajar mutuamente y cambiar la forma de pensar en beneficio de todos. Porque si no serás uno más en la sociedad, teniendo la oportunidad de mejorar el mundo, no hiciste nada.

Este ensayo más que ser un apoyo teórico, servirá para incentivar y motivar a la acción de tus pensamientos y la formación de una sociedad sin rencor, porque es el colegio, el lugar ideal para promover la educación y los derechos humanos. Es un lugar de vida colectiva en la que, tanto por su funcionamiento como por sus objetivos pedagógicos, constituye un espacio privilegiado para la tarea a la que nos hemos obligado. Promover los derechos humanos.

Arbey Aponte Puerto Y Andrea Mendoza Figueroa de grado 1001

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